La infección por COVID puede desencadenar problemas de tiroides, entre ellos, el síndrome de Hashimoto, ya que el virusCOVID-19 impide que una enzima específica en la sangre realice sus funciones correctamente, además, también se ha detectado que la incidencia de diabetes tipo 1 está aumentando en pacientes con infección por coronavirus.
La enfermedad tiene muchos efectos nocivos en el organismo, provoca que la angiotensina II no se pueda suprimir e interfiere con los procesos de regulación de la presión arterial, desarrollando procesos patológicos en el sistema cardiovascular y endocrino. Afecta al corazón, pulmones, estómago, pero también tiene repercusión en las glándulas endocrinas y puede desencadenar un proceso autoinmune que daña la glándula tiroides
Pero, por supuesto, la enfermedad no afecta a todos por igual.
Las personas mayores con múltiples enfermedades crónicas e inmunosupresión tienen más probabilidades de infectarse, incluso después de la vacunación, según los últimos estudios realizados. Las personas mayores o personas con comorbilidades, como por ejemplo, de corazón, pulmón, riñón, demencia, cáncer u otras enfermedades, podrían contraer el COVID, aun estando vacunadas por completo.
Por otra parte, si el sistema inmunológico de una persona no funciona bien, el riesgo de no desarrollar una defensa fuerte a través de la vacuna es mayor y, por ende, las personas mayores o personas con inmunosupresión no deben bajar la guardia y dar por hecho que la vacunación les garantizará inmunidad absoluta contra el COVID, sino que deben ser precavidas y seguir respetando las medidas preventivas cuando la propagación del virus sea alta, como en estos momentos.